Los mayas clásicos tenían un sistema de calendario muy complejo que servia para propósitos tanto prácticos como esotéricos, por ejemplo en las predicciones. Tenían un calendario de los ciclos agrícolas, uno para las ceremonias, otro para los rituales diarios… Se estima que tenían al menos veinte calendarios diferentes.
El calendario maya
Los más poderosos dominaban conocían a la perfección el calendario maya, ya que era una de las fuentes de más poder sobre el pueblo. Los reyes y sacerdotes solían utilizarlo para manipular a los ciudadanos con sus predicciones. Era uno de los símbolos del poder maya.
El sistema del Calendario Maya contiene una serie de ciclos de tiempo recurrentes basados en el movimiento de los cuerpos celestes, como el sol, la luna y el planeta Venus. En este sistema, cada fecha dada retorna en intervalos cíclicos, al igual que la fecha retorna cada 365 días en el sistema occidental. Estos ciclos se reconstituyen con ciclos mucho más grandes.
Los dos calendarios más comunes utilizados por los mayas eran el tzolk’in o calendario de los días sagrados y el haab. Son conceptos antiguos compartidos por todos los pueblos mesoamericanos. Pero los mayas tienen otro sistema cronológico que es único para ellos, a saber, el conteo largo.
Tzolk’in: el calendario religioso
El tzolk’in es un calendario divino o santo de 260 días que determina el patrón maya de vida ceremonial y proporciona una base para la predicción. El tzolk’in sigue siendo utilizado hoy en día por los especialistas en calendarios de México y Guatemala para basar sus predicciones. Estas predicciones se refieren a la vida de las personas.
En medio de los Kaqchikel mayas, en las tierras altas de Guatemala, donde este calendario también se utiliza hoy, los padres basan el nombre de su hijo en el nombre del día de nacimiento en el calendario tzolk’in.
Este calendario no está dividido en meses, sino que es una sucesión interminable de 260 días. Este calendario divino cuenta veinte días, de los cuales cada día está dedicado a un dios en particular, en un ciclo de trece. Se usa el número trece, porque es un número sagrado para los mayas.
Tzolk’in no significa solo un año corto para los mayas, es un período sagrado. Por ejemplo, el tiempo de gestación humana es de unos 260 días y según su cultura también se necesitan 260 días para que crezca el maíz de montaña.
El haab de 365 días o el calendario civil
El calendario haab tiene diecinueve meses, de los cuales dieciocho meses tienen veinte días y el último cinco días (wayeb). Esto significa que este calendario cuenta con 365 días en total y por lo tanto se acerca al año solar. Este calendario se utilizaba por los mayas para asuntos civiles.
Después de estos 360 días, vienen cinco días en los que los dioses retiran su apoyo. Estos días son más conocidos como el wayeb o el período desfavorable. El tun y el wayeb juntos, forman el haab de 365 días.
Para superar el período desfavorable, la gente tenia que seguir algunas reglas, como no lavarse el pelo. Además, realizan varios rituales durante estos días para evitar accidentes. En resumen, tener cuidado durante estos cinco días era esencial.
La influencia de la astronomía en los mayas.
La base de los sistemas de calendario y de muchas creencias cosmológicas proviene de la observación del sol, la luna, los planetas y las estrellas. Los resultados se registran en un códice o en libros precolombinos que almacenan los conocimientos adquiridos. Para los mayas clásicos los cuerpos celestes representan a los dioses. Al igual que los astrólogos de la antigua Babilonia, los mayas hacen observaciones y cálculos exactos, con el fin de predecir los acontecimientos en la tierra, y también para colocar correctamente los acontecimientos de la historia en los ciclos de tiempo controlados por los dioses. Los antiguos mayas entendían estos movimientos como muchos otros pueblos antiguos, pero aún no al nivel de los genios posteriores Kepler y Copérnico.
En el antiguo imperio maya los sacerdotes eran considerados guardianes del el tiempo. Además de llevar un registro de los festivales, ceremonias religiosas y rituales, funcionan como espectadores de estrellas. Para ello, los templos estaban bien elevados y silenciosamente aislados. Podian ser utilizados también por los sacerdotes para observar el universo a través de aberturas y ventanas. Los sacerdotes mayas eran conocidos con el nombre de’Ah Kin’, Siervo del Sol.
Así como los días del calendario están asociados con la energía divina y también adquieren significado divino, los planetas y estrellas también estaban conectados con la divinidad. Las órbitas y fases de los planetas y los movimientos de las estrellas se consideraban una manifestación de las fuerzas cósmicas.